La ingeniería genética se fue al demonio






Es muy difícil superar a una gran obra y Jurassic Park (Steven Spielberg, 1993, basada en la novela de Michael Crichton ) lo fue.
Con asombrosas innovaciones técnicas para la época, mostró dinosaurios como nunca se habían visto y marcó un momento importante en el cine de aventuras- Sci fi.
La segunda ( una remake de King Kong ) y tercera entregas de la saga no pudieron superar a la original.
Y cuando parecía que los dinosaurios habían pasado de moda llega Jurassic World (Colin Trevorrow, 2015 ) para darle una retorcidísima vuelta de tuerca al asunto.
Si bien allá  por el 93  la ingeniería genética había logrado un hecho fabuloso ( pero equivocado ) al resucitar velociraptores y T-Rex, en el 2015 se va al mismísimo demonio al crear un nuevo tipo de dinosaurio.
En las andanzas del Indominus Rex ( asi se llama el nuevo dino ) se centra la película.
Chris Pratt ( Guardianes de la Galaxia ) es el muchachito-héroe, que en ningún momento llega a verse como tal con su troupe de velociraptores. Bryce Dallas Howard  ( hermosa como una muñequita ) realiza un papel muy similar al de Jodie Foster en Elysium ( 2013 ) e igualmente insípido.



El mas convincente, en su papel del malo de la peli, es Vincent D Onofrio. Representando a la parte del mundo que solo opera por dinero.
Los dinosaurios siguen siendo atractivos pero, como cualquier actor, necesitan de un guión atractivo para destacarse.
Jurassic World es ( como muchas películas de hoy en día ) un excelente espectáculo visual ( realzado por el 3-D ) que carece de una buena historia.
Pero si sigue generando buenos millones de dólares ¿ A quién le importa ?

En 2018 preparate para la segunda parte.

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