
- Heindrich, te has comportado de acuerdo a la tradición - dijo el hombre rubio con marcado acento alemán.- Esto tendrá su recompensa llegado el momento.-
- Reinhard, sabés lo difícil que es obtener un vehículo Lunar sin autorización.
- Pero lo necesitábamos.
- ¿ Estás seguro de tus cálculos ?
- ¿ Cómo estarlo ? Han pasado tantos años. Hemos estudiado al máximo los informes, pero los datos con que contaban en esa época podían ser erróneos. Además lo que buscamos es relativamente pequeño, difícil de detectar.
- Pero los estudios indican que debe estar por esta zona ¿ No es asi ?
- Si, es la última que nos falta recorrer. Si no lo encontramos aqui no se que hacer.
- ¿ Será cierta esa historia ? - Preguntó Heindrich
- ¡ Por supuesto que es cierta ! - Dijo Reinhard, levantando la voz, pensó unos segundos y luego como retrocediendo en el tiempo comenzó a hablar.- Mi tatarabuelo trabajó en los laboratorios del Fuhrer en 1944 asistiendo a Von Braun. Si bien el objetivo era crear armamento para la guerra, paralelamente Hitler le encomendó a Werner von Braun, en secreto, la creación de un proyectil que llegara a la Luna. Esa era una de sus tantas obseciones, quería que el 3° Reich fuera el primero en reclamar sus derechos sobre los territorios lunares. Hitler avisoraba el futuro.-
Heindrich continuaba conduciendo, en silencio, a la vez que de reojo observaba que el combustible se estaba agotando. Solo había podido obtener un viejo vehículo que no funcionaba con energía solar, no les quedaba mucho tiempo antes que tuvieran que regresar.
Reinhard, sin prestar la mas mínima atención a esos detalles, continuó.- Construyeron un supercañón, el mas grande hecho jamás por los hombres y prepararon un cohete capaz de abandonar la influencia de la gravedad terrestre. Ese cohete constaba de dos etapas, una vez en el espacio la segunda se accionaría y proporcionaría el empuje necesario para dirigirse hacia la Luna. La atracción gravitacional de esta haría el resto. El proyectil caería indefectiblemente.
- ¿ Y cómo saben que realmente cayó ? - Interrumpió bruscamente Heindrich.
Reinhard, como arrancado de un sueño lo observó con desprecio.- El cohete poseía un poderoso emisor de radio bien protegido. Si no se destruía con el impacto transmitiría señales desde la Luna.-
- ¿ Y las transmitió ?
- ¡ Por supuesto ! ¡ El 3 de octubre de 1944 fue el primer ingenio humano en transmitir señales desde otro mundo ! ¡ Mucho antes que los rusos o los americanos !-
- ¿ Y que pasó luego ?
- El proyecto debió ser cancelado La prioridad de la guerra obligó a usar todos los recursos en eso. Antes del final mi tatarabuelo huyó de Alemania, como otros científicos, y se llevó consigo toda la documentación del proyecto. Todos esos informes fueron guardados en la familia y pasaron de mano en mano hasta que los descubrí y los estudié detalladamente. Son una obra maestra considerando la tecnología de ese entonces y las condiciones en que se trabajaron.
- ¿ Fue ahi que quisiste utilizarlos a favor del Partido ?
- ¡ Exacto, Heindrich ! El Partido Nazional Socialista del Nuevo Milenio necesitaba algo que le diera un gran empuje ¿ Y que mejor que reclamar todos los territorios lunares como suyos ?
Si encontramos los restos de ese proyectil que cayó en la Luna 150 años atrás estaremos en pleno derecho de reclamar al mundo la posesión de este satélite en nombre del Fuhrer, como hubiera sido su deseo.
El vehículo se detuvo.
- Estamos en el cuadrante. El resto de la búsqueda habrá que hacerla a pié.
Heindrich y Reinhard bajaron a la áspera superficie y comenzaron una búsqueda sistemática con sus instrumentos. La amplia llanura de lava solidificada reflejaba implacablemente los rayos solares sobre los astronautas. Cada protuberancia, cada montículo era observado con detalle. Después de 150 años los restos del proyectil continuarían esparcidos como el día en que cayeron, solo bombardeados por los micrometeoritos que eran el único indicio de erosión existente en ese paisaje sin atmósfera.
- Reinhard...
- ¿ Viste algo ?
- Mira ese reflejo 13 ° al sur, podría ser.
- Humm, si, coincide con el tamaño. Está a 2 Km.- Y miró a Heindrich
- Lo siento Reinhard. El combustible alcanzaría para llegar hasta alli, pero luego no nos alcanzaría para regresar a la base.
- ¿ Que importa ? Pediríamos auxilio por radio, nos vendrían a buscar pronto. Este descubrimiento bien vale el sacrificio.- Y volvió a observar por su visor.
Mientras el todoterrreno lunar avanzaba por la planicie, el corazón de Reinhard palpitaba con fuerza. El secreto guardado en su familia por años estaba a punto de terminar. Si descubría los restos de la nave de 1944 se encargaría de difundirlo al mundo entero: Hitler fue el primero en llegar a la Luna y exigiría la propiedad de la misma para el Partido.
Por el visor observaba, a medida que se acercaban, la formación brillante, ahora eran dos estructuras separadas por unos diez metros y de forma alargada.
Cuando se encontraron a unos treinta metros se detuvieron. Era, sin dudas, la inconfundible silueta de un cohete. Se había fracturado en dos y otros fragmentos mas pequeños estaban esparcidos alrededor. Bajaron y mientras Heindrich filmaba el acontecimiento Reinhard se fue acercando. Levantó un fragmento de un tubo metálico y lo observó mientras pensaba que 150 años atrás podría haber estado en las manos de su tatarabuelo, el círculo se iba cerrando. Sin apresuramiento se fue acercando al cuerpo principal del proyectil, mientras sorteaba infinidad de fragmentos de distintos tamaños y por fin la vio. Como si hubiera sido pintada ayer, resaltando en el resto de metal gris: la Svástica, el símbolo inconfundible del Nazismo.
- ¡ Filma, filma aquí Heindrich ! ¡ La Luna es nuestra !
Mientras con su brazo derecho extendido saludaba los restos del cohete
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